Durante su visita, Sor Marta se reunió con el equipo directivo y educativo de la fundación, así como con los/as jóvenes de los distintos programas. Su presencia fue un aliento para todos/as, recordando la importancia de la educación integral y el acompañamiento en el desarrollo personal de cada niño/a y joven. Sor Marta compartió su experiencia y visión sobre el trabajo que realizan las Hijas de María Auxiliadora en diferentes partes del mundo, enfatizando la necesidad de crear espacios seguros y de formación que permitan a los/as niños/as y jóvenes crecer en un ambiente de amor y respeto.
Uno de los momentos más emotivos de la visita fue la interacción con los/as niños/as y jóvenes, quienes tuvieron la oportunidad de expresar sus inquietudes y sueños. Sor Marta, con su calidez y cercanía, escuchó atentamente a cada uno/a, brindando palabras de aliento y motivación. Su mensaje se centró en la importancia de confiar en uno mismo, en los demás y en Dios, y en el poder transformador de la educación, valores que resuenan profundamente en la misión de la Fundación Canaria Main.
Además, Sor Marta participó en diversas actividades organizadas por la fundación, donde se promovieron dinámicas de grupo y momentos de misión compartida. Estas actividades no solo fomentaron la convivencia y el trabajo en equipo, sino que también permitieron a los/as niños/as y jóvenes explorar sus talentos y habilidades, reforzando su autoestima y confianza.
La visita de Sor Marta Riccioli fue un recordatorio del legado de Don Bosco y Madre Mazzarello, quienes dedicaron sus vidas a la educación y el bienestar de los/as niños/as y jóvenes. Su carisma y dedicación continúan inspirando a nuevas generaciones de educadores/as y voluntarios/as en su labor diaria.
Al finalizar su visita, Sor Marta dejó un mensaje de esperanza y compromiso, animando a todos a seguir trabajando con pasión y dedicación por el bienestar de los/as niños/as y jóvenes. La Fundación Canaria Main se siente agradecida por la visita y renovada en su misión, reafirmando su compromiso de seguir siendo un faro de luz y apoyo para aquellos que más lo necesitan, siendo continuadores de la misión encomendada por Don Bosco y Madre Mazzarello: «Formar buenos cristianos y honrados ciudadanos».